Acertadamente, Remesar y Altarriba, en su ensayo sobre el cómic español entre 1977 y 1987, parten de la premisa de que la historieta debe ser estudiada en el marco de las industrias culturales y, en consecuencia, abordan el cómic como un «Sistema social» (p.15). Dicho sistema estaría compuesto por las siguientes macrounidades: Producción, Distribución, Consumo y Validación.
Primera parte: la historieta…
En el apartado dedicado al estudio del cómic los autores pretenden responder a las preguntas de qué nos dice el cómic y cómo lo hace (p.26). Para ello establecen una distinción básica entre «cómic anclado» y «cómic no anclado»:
- Cómic anclado: es aquel tipo de cómic que tiende al costumbrismo y el reflejo de una determinada situación social. Esto es posible ya que tanto el autor como el lector comparten una serie de referencias sobre las que se articula la narrativa. Sin embargo, al ser conocidos los referentes por el lector, los autores tienen cierta libertad a la hora de exponer su visión del mundo (también gráficamente). Por tanto, este tipo de cómic estaría especialmente dotado para la sátira o la denuncia (p.28-29).
- Caricatura social: “La capacidad de la imagen de plasmar al mismo tiempo que distorsionar han alimentado la tradicional vocación del cómic por la caricatura y la sátira social.” (p.42) Este tipo de historieta está basada en la exhibición, testimonio o denuncia de un estado de cosas o de ánimo. (p.43)
- La difícil integración social: este subapartado consiste en las historietas orientadas temáticamente hacia el mundo de la marginación social y el crimen. Afirman los autores que gráficamente se caracteriza por un uso muy contrastado del blanco y negro y un cierto expresionismo. (p.45)
- La expresión de los estados anímicos: Relatos intimistas en los que prima la expresión personal y la descripción de los estados de ánimo sobre la acción y, por tanto, de los valores connotativos sobre los denotativos. Tienden al virtuosismo formal. (p.45-46)
- Las fábulas fantásticas: Parte de firmes anclajes en la realidad cotidiana en los que acaba incluyendo elementos fantásticos. (p.47)
- Cómic autonímico: Este tipo de cómic lleva hasta las últimas consecuencias la estrategia de la aventura de segundo grado y dirige su refexibidad hacia el propio medio en una suerte de metalenguaje. (p.48)
- Cómic no anclado: es aquel tipo de cómic orientado hacia la aventura (trascendente, exótica o fantástica) y, por tanto, hacia la evasión y el entretenimiento. Paradójicamente, tiende a un enfoque realista basado en las convenciones figurativas tradicionales, pues los referentes no compartidos con el lector deben ser explicados (p.29-30).
- Cómic de aventuras: Además de las características del cómic no anclado, hay que añadir que es el que mejor resiste la fragmentación de la narración. En España, dos géneros destacados en éste subapartado fueron la ciencia ficción y el relato negro (p.31-32).
- La aventura en segundo grado: Se distingue por la distancia entre el autor y el relato, de manera que admite un segundo nivel de lectura. El autor busca la complicidad con el lector por medio del guiño o la referencia compartida, “juega con los códigos y consigue resaltar la convención” (p.38).
- El cómic con anclaje en las referencias: se caracteriza por la distancia crítica adoptada por el autor en lo que se refiere a sí mismo, el entorno y las convenciones del medio y, en consecuencia, una cierta intelectualización. (p.42).
En la mayoría de casos, matizan los autores, estas categorías no se encuentran en un estado puro sino que la mayor parte de la producción reúne rasgos de diferentes categorías.
Remesar y Altarriba integran diferentes criterios en la clasificación del cómic español desde finales de los setenta a finales de los ochenta. La distancia crítica entre el autor y el medio, el entorno o incluso, consigo mismo; el género; la temática; la realidad o la ficción, etc. se solapan en diferente grado a lo largo de la clasificación. Otro de los problemas de la clasificación es la idoneidad de dichos criterios para ampliar el estudio a otros lugares y épocas. La distancia entre los referentes del autor y de los lectores, que constituye la base de la distinción entre cómic anclado y no anclado, no puede aplicarse directamente en la actualidad sin tener en cuenta, por poner sólo un ejemplo, la combinación de sistemas se referencias locales y globales.
REMESAR, A.; ALTARRIBA, A. Comicsarias: Ensayo sobre una década de historieta española (1977-1987) Barcelona: PPU, 1987
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